[Lanzamientos] [Discos] Cassini Division - Demon Moon (2022)


Miguel Sosa lleva décadas expresando su arte, voluntariamente ajeno a los dictados de las modas y las imposiciones de las estructuras profesionales, dejando que su música sea la que hable por su persona. Atraído por y formado en el cuarto arte desde niño, Miguel cortó sus dientes en diversas bandas de rock como Brixton Crenchy y Manantial, primero como baterista, luego pasando al frente como guitarrista y cantante, para finalmente expandir su mundo instrumental a la electrónica, donde ha hecho uso de una amplia paleta de recursos, desde Minimoog de época hasta el software de creación musical más moderno. 

Presencia relevante en el ambiente underground de Amberes, donde residió durante la primera década de este siglo, tuvo allí fructíferas experiencias colectivas como Monguito, The Parallels o Strumpets, en las que recorrió espacios entre el avant pop y la improvisación. Esa travesía le permitió encuentros artísticos con figuras de la música belga como Mauro Pawlowski o verdaderas leyendas como Damo Suzuki. Tras su regreso a Argentina, continuó el desarrollo de sus proyectos, en particular de Cassini Division, el que nos ocupa hoy.

Casi nada de lo humano le es ajeno a Miguel, al menos en lo que al arte concierne, lo que se traduce en intereses muy variados que inspiran y afectan su obra; de este modo la astronomía, la ciencia ficción, los movimientos avant garde, la electrónica abstracta, la música de películas, lo oculto, las voces de Medio Oriente, el krautrock, la presencia monumental de Ennio Morricone y muchos otros ingredientes conviven en el caldero creativo que arde en el espíritu de Sosa y desde donde produce sus visiones, reales o irreales, siempre auténticas.

Cassini Division es la personalidad artística en donde Miguel suele cobijar sus facetas más experimentales. Con 20 años de esporádica presencia discográfica desde aquel LP iniciático de 2002, Miguel va lanzando por el mundo (literalmente: sellos de Gran Bretaña y de Bélgica se han ocupado mayormente de su obra) sus creaciones más demandantes. Electrónica, abstracción, surrealismo, lo cósmico, lo hermético, son palabras que ayudan a configurar el mapa mental adecuado para adentrarse en sus obras.


Su obra más reciente, Demon Moon, nos lleva a un viaje de recorridos sinuosos. No es difícil imaginar este disco como un acercamiento a los soundtracks propios de películas de una naturaleza críptica, donde ciencia ficción, drama y psicodelia reflejan de manera distorsionada los entresijos del alma humana; música climática para situarse en una confluencia particular de intelecto y emoción. Los senderos que transita el álbum se reparten entre una electrónica que alterna momentos abrasivos con instantes donde predomina la tensión, y una serie de pasajes de inspiración dodecafónica, que brindan remansos de cierta calma.

 “Præludium” y “Russolo Scherzo” son muestras ruidistas que llaman a la memoria la inspiración del futurista italiano: el segundo track, en particular, introduce el recurso de lo que suena como una verdadera batalla interestelar, que volverá a aparecer en otros momentos del álbum. “Dada Moon” es una pieza más ambiental, que cuyos sonidos inquietantes inducen en la mente la imagen de una nave espacial en órbita a un cuerpo extraño, enfrentándose a hallazgos inesperados. ”Andromedance” empieza en la línea más calma del tema anterior, para resolverse luego en la batalla cósmica.


Con la calma de “Cuentos Cervantinos” comienzan los momentos al piano. “Fauvismo Abstracto” continúa el mood del tema anterior, con pinceladas ambient que sugieren de todos modos un ambiente diferente, de cierta inquietud, que lentamente va  ganando espacios sin terminar de apoderarse de la pieza. “The Mirror’s Memory”, en este contexto, es una breve interrupción donde surge un espíritu melódico no muy distante del Kraftwerk de la era dorada, aunque prescindiendo de toda propulsión rítmica. Mientras “Concrete Pavement” tiene un clima similar a “Fauvismo Abstracto”, con su piano en excursión sobre un muy bien logrado fondo sonoro de tensión e inquietud, en “Borges y el reloj de arena” el piano dialoga con unas cuerdas aptas para escenas de ducha y cuchillo.

 

Con “Duchamp Spectrum” volvemos a la senda más áspera con su clima industrial sombrío, mientras que en “El cementerio de las máquinas de ritmo” vuelven a hacerse sentir los tiroteos cósmicos entre melodías que recuerdan a un enjambre de cajitas de música en ácido. “The Yellow Gazette” Adopta una especie de tono a marcha imperial, mientras que “Headless Dummies” se sumerge sin titubeos en pasajes ruidistas de compleja escucha, donde los sentidos parecen asaltados por enjambres de criaturas cibernéticas.

 

Desde “3 Scenes for Protoboard 1” hasta “Braille Film Festival” nos encontramos con momentos de una electrónica más calma, que no plácida, que en varios momentos traen a la mente a los tempranos Cabaret Voltaire, en especial en “3SfP ad lib” con su bajo hipnótico o “Big Bang Benny” que trae ecos de una especie de jazz degenerado. En el medio de estos temas, empero, con “Guillotine Ensurance” ha llegado el momento de la marcha al cadalso, y todo el arsenal ruidista del disco sale a la luz para un bombardeo sonoro de proporciones casi orquestales.

 

El leve aire improv de “El Torero Alucinógeno”, el ambient abstracto de “Kupka in Paris” y los tintes aislacionistas de “Crickets in Microgravity” van pavimentando el camino a la recta final del disco, donde ciertos climas que recuerdan a la música oriental se extienden desde “Broken Avedis Jive” hasta “Der Junge aus Sirius”; en este último tema, uno de los highlights del disco, parecieran conjugarse el “Dreams Made Flesh” de This Mortal Coil con ecos de jazz noir. Entre estos, solo la calma sugerente de “Miel Blanca” da cuenta del sendero que toma “Demon Moon Finale” como broche de oro, una excursión ambient que comparte el clima turbador de buena parte de los momentos menos agresivos del álbum. Los últimos fragmentos de una melodía extraña desaparecen, llevados por un viento primordial, donde todo se desvanece en el aire.

Sumergirse en Demon Moon es una experiencia gratificante para la mente y el espíritu, y una perfecta excusa para ingresar al peculiar mundo de Miguel Sosa, un mundo rico y fructífero donde lo único que no debe esperarse es que nuestro amigo rinda pleitesía a las expectativas de los demás; se nos brinda, entonces, la hoy en día tan extraña oportunidad de asistir a un ser humano que habla, sin palabras, desde su alma y ciencia, ajeno a las interferencias del impulso unanimizador de la mirada ajena contemporánea.

Por Juan Sebastián Blas Rio




Compuesto y arreglado por : Miguel H. Sosa

Grabado en : Estudio Dinamarca, agosto y septiembre 2022, Buenos Aires Argentina.
Arte de tapa : Dellamore
Ingeniero de grabación : Alessio Pucci
Consultor en programación : Pereyra Pavic
Edición : Postales Discos
Instrumental Técnico :

Sintetizadores:
MOOG Werkstatt 01, MOOG Werkstatt 01 Moog Fest 2014 kit, ARP ODYSSEY Korg,
KURZWEIL K2000 V3
Secuenciador:
YAMAHA RY20
Efectos: ART SGX2000 , ALESIS Nanoverb
instrumentos varios:
HOHNER Chromonica 270, YAMAHA Fife yrf21, Platillos ZILDJIAN Avedis, Constantinople,
ORIENTAL Cítara, MEINL Bongo
Grabación:
MAC OSX
TASCAM US-122L
ZOOM H1n ( Foley)

Agradecimientos:
Lucas Becerra ( Estudio TDR ) , Quique ( Big Sound) , Fernando Marcos , Andy Arriaga, Luis Beláustegui
Lou Baumann ( Postales Discos ), Marcos Pucci .,

Dedicado a : Teun De Lange